Quien sigue las Fashion Weeks en los medios puede creer, que solo se trata de la moda en las pasarelas. ¡Error! Incluso los visitantes se examinan críticamente unos con los otros. Se ven como rivales y quieren lucirse; igual que los grandes diseñadores. La Fashion Week es un escaparate en movimiento. Es como en las maratones: no hay que ganar, pero sí que es importante participar. No hay límites ni normas. Se pueden llevar incluso zapatillas de deporte, camisetas sueltas o vaqueros. En realidad, todo está permitido, siempre y cuando sea de Gucci, Chanel o Balenciaga. Sí, también se puede llevar un macetero en la cabeza ¿por qué no? Solo que tiene que ser un Look total. Pero lo que está totalmente prohibido es ir de arriba abajo en ropa de Zara o H&M.
Y vuelvo a estar frente al mismo problema que todos los años: ¿qué me pongo? Después de tantos años viviendo en París evidentemente tengo alguna que otra pieza carita y de algún diseñador importante en mi armario. Pero la Fashion Week dura alrededor de 10 días y no se puede repetir modelito. Siempre me hago la misma pregunta ¿cómo lo harán los demás? Sobre todo las chicas de 20 y pico años, que ganarán como mucho 900€ al mes pero llevan botas de Saint-Laurent por un valor de 2.500€. Y al día siguiente presumen de unas sandalias de Isabel Marant, que valen más de 500€. Y no solo eso, sino que cada día lucen un bolso de un diseñador diferente. “Se lo regalan” dicen muchos. Pero nada más lejos de la realidad. Con mucha suerte, algunos periodistas reciben por cortesía un 30% de descuento. Pero eso es lo mismo que reciben los propios empleados de las marcas, ni más, ni menos. Es decir, los zapatos y los bolsos siguen costando el importe de un sueldo medio francés.
Y otro negocio de oro en Francia es la compra online con moda de lujo de segunda mano. Supongo que alimentado por los Influencer y los adictos al shopping. La industria de la moda saca cada vez más colecciones anuales lo que conlleva a “cambios de armarios” más frecuentes. La empresa parisina de intercambio de moda “Vestiaire Collective” creada en 2009 ha conseguido en pocos años introducirse con gran éxito en el mercado europeo. En 2017, la empresa facturó 140 millones de euros y con tendencia ascendente del 70% cada año. También he comprado mucho en “Videdressing”. Hasta hace poco se podían encontrar zapatos de Prada o gafas de Armani por aproximadamente 100€. Pero la demanda ha crecido y con ello, los vendedores elevan sus precios. Por cierto, existe otra modalidad más, que yo, sinceramente, al principio ridiculizaba, pero ahora me atrae. La empresa holandesa con sede en Francia, (www.sacdeluxe.fr), es una agencia de alquiler de bolsos de lujo. Por 80€ la semana se puede alquilar, por ejemplo, un bolso de Chanel-2.55-. Perfecto. Nadie lo sabe. Esta Fashion Week me estreno con Hermès-Birkin-Bag por 300€ la semana. ¿Cuál fue mi asombro? ¡La lista de espera! Interminable… Así que también lo di por imposible y sigo ante el mismo problema que al inicio ¿qué narices me pongo?