Ser niño por un día

Visitar Disneyland Paris era para Mademoiselle Lili impensable. Pero, cuando te visita una amiga con 2 niños, hay que ceder (a primera vista, muy a su pesar)

Hay cosas, que los parisinos directamente no hacen (o no hacemos) nunca. Como por ejemplo, hacer cola para subir a la Torre Eiffel. Ir a Disneyland era algo impensable para mí. Visitar un parque temático “americano” a las afueras de París, no entra en las actividades lúdicas (ni en pensamiento) de un parisino. Entrar en una “máquina de hacer dinero” rosa, con ratones de tamaño humano y parecer estar todo el día enlatada y rodeada de muchedumbre, no es lo que más me llama la atención.

Pero de repente entra en juego mi amiga anunciando su visita con sus dos hijas de 8 y 10 años. ¿Qué hago con ellas? Ir de compras, visitar museos o disfrutar de los bistrós y cafés parisinos, creo, que no es lo más divertido para los niños. Por querer ser una buena anfitriona, pregunté a las niñas ¿qué les gustaría hacer? ¿Y cuál fue la (peor) respuesta? Visitar Disneyland Paris.

Y así es como me vi de repente haciendo cola para entrar al infierno (o eso es lo que hasta ese momento pensaba). 27.000 personas visitan los parques a diario. Sí ¡lo parques! porque Disneyland Paris se compone de varios parques. Hacer cola iba a ser la actividad principal del día; para comer, beber, ir al baño, etc. Hasta 1 hora había que esperar ese día para subirse a una de las atracciones más deseadas de los visitantes. Lo que quiere decir, que es imposible ver todo el parque en un solo día. A no ser, que adquieras (otra vez tengo en mente la máquina de hacer dinero) el pase rápido Premier Access, con el que no necesitas hacer colas en algunas atracciones.

Nuestra primera parada fue Crush’s Coaster. Las tortugas parecían una atracción “inofensiva” y leve para empezar la aventura. Eso parecía. La aventura comienza sumergiéndose en el mundo de Nemo. Todo era oscuro con luces neón y parecíamos estar viajando por la calma del mar. Pero, sin esperarlo, de repente nos vimos atrapadas en una tormenta de remolinos, donde ya no sabíamos si estábamos boca arriba o boca abajo. No solo las niñas gritaban de placer y miedo a la vez, también las adultas. Nos lo pasamos genial. Tan solo 2 minutos después, todo acabó. Y noté, que fue tiempo suficiente para olvidarme de los 55 minutos que estuvimos esperando para poder disfrutar de esta atracción. Me vi atrapada en el fenómeno fan de Disneyland Paris; sentía su magia dentro de mí. No había atracción que me decepcionara.

Me dejé llevar por las vibraciones que sentía. De repente ya solo veía la vie en rose. Los algodones de azúcar, las palomitas, las coca colas, las hamburguesas y las patatas fritas me transportaban a mi infancia. Volví a sentirme una niña.

Aquí os dejo mis atracciones favoritas y las imprescindibles si sólo vas a estar un día en el parque:

1. Crush’s Coaster – Este ya os lo he descrito arriba.

2. Hollywood-Tower – Un ascensor de un hotel fantasma con caída libre.

3. Ratatouille – Una persecución de aventura en 4D.

4. Star Wars Hyperspace Mountain – Aquí notarás el efecto Lifting facial ¡Totalmente galáctico!

5. Phantom Manor – Un tour guiado por una casa encantada con un final que os dejará los pelos de punta (especialmente en la época de Halloween).

6. Pirates of the Caribbean – Un viaje “húmedo” y divertido por el mundo de Jack Sparrow.

Eso sí, acabas agotado, pero no lo suficiente para perderte el espectáculo de los fuegos artificiales Disney Dreams. Un juego increíble entre música, agua, fuego y efectos visuales. ¿Es posible superar esta magia? Finalmente sales del parque deseando volver a vivir esta sensación de adrenalina, placer y pura magia.